¿Existe algún manjar más delicioso que el auténtico jamón ibérico de bellota? Es un producto muy cotizado y muy imitado también. Porque a veces no es tan sencillo detectar una pieza auténtica y diferenciarla de la que no lo es.

 

Por eso vamos a dejar que los expertos nos cuenten qué tenemos que mirar ( a parte del sabor) para detectar un auténtico jamón Ibérico de bellota y no acabar pagando un dineral por algo que no es auténtico.

 

En Sabor Peninsular confiamos en el saber hacer de la familia Castro y González con cuatro generaciones a sus espaldas dedicados a la cría y comercialización de auténticos productos 100% ibéricos de bellota.

 

Tipos de jamón ibérico

 

Para empezar hay que saber que existen dos tipos de jamón ibérico, en función de cómo han sido alimentados los animales durante su cría.

 

Y es que, aunque la raza del cerdo sea ibérica, éste puede haber sido alimentado con pienso o con bellota. En el primer caso estaríamos hablando de un jamón de cebo y en el segundo, de bellota. Los dos son ibéricos aunque existe una diferencia en el tipo de alimentación que hace que el de bellota sea más natural y mucho más apreciado por su sabor. Aunque insistimos en que los dos son jamones ibéricos.

 

Cómo detectar un buen jamón

 

A simple vista hay una serie de características que nos van a dar la clave de que un jamón es 100% ibérico. A parte de su color, su porcentaje de grasa y su sabor, hay algo en lo que debemos fijarnos y que nos va a desvelar mucha información y es la pezuña. Si, si, la pezuña de un jamón nos va a contar mucho de cómo ha sido la vida de ese cerdo. Casi tanto como su etiqueta de ibérico 100%

 

Una pezuña desgastada, nos habla de un animal que ha estado en movimiento. Un cochino que ha recorrido y disfrutado de la dehesa y ha realizado largos paseos por campo. Esto es fundamental no solo por el bienestar del animal, sino porque un cochino que está en movimiento infiltra mucho mejor las propiedades de la bellota.

Una pezuña sin desgaste es síntoma de un animal que ha sido criado de manera intensiva y usualmente se lo asocia a un jamón de cebo.

 

 

 

Fuente: Castro González